AUTOCONTROL
Para comportarse de forma autocontrolada, los niños deben tener algo de habilidad para pensar sobre ellos mismos como seres separados, autónomos, que pueden dirigir sus propias acciones, y también deben tener la capacidad figurativa y la de memoria para interiorizar la orden de un cuidador y aplicarla a su propia conducta (Kopp, 1987).
A medida que estas habilidades maduran, el comienzo del autocontrol aparece en forma de conformidad. Entre los 12 y 18 meses, los niños empiezan a mostrar una consciencia clara de los deseos y expectativas del cuidador y pueden obedecer de forma voluntaria.
La capacidad de autocontrol existe a los 3 años de edad, aunque todavía no está del todo completa, el desarrollo cognitivo a esas edad, mejoras en la atención y en la representación mental, permite a los niños utilizar variedad de estrategias de autodestrucción para resistir la tentación. El desarrollo del autocontrol está consolidándose cuando los niños entran al colegio, donde, con frecuencia, se retrasa la gratificación. Esperar para ser llamados es un hecho común en el alumnado, que han desarrollado estrategias para ser pacientes.
En la etapa adulta el autocontrol se puede mejorar con una buena tasa de éxito, principalmente considero que en gran parte va muy ligado a la concentración, si la persona tiene muchos pensamientos y se ve desbordada por las emociones, perderá el control y puede dar lugar a una situación desfavorable. Estar concentrado, ordenar las prioridades y poder controlar las emociones (que podrán ser expulsadas posteriormente), dará lugar al comportamiento óptimo, para ello se puede también trabajar junto a la inteligencia emocional que he descrito en otra sección, así como ser consciente de las reacciones corporales y cambios fisiológicos. Otra estrategia que puede ayudar a una persona con problemas de autocontrol es pedir una valoración externa, el considerar otro punto de vista puede ayudar a apaciguar. Eliminar las distracciones también es otro factor a tener en cuenta, así como que la persona en cuestión aprenda anticipar situaciones en las sepa que su autocontrol vaya a ser mermado.
El autocontrol puede ayudar a cualquier persona en varios ámbitos, desde algo tan ordinario como tener una vida ordenada y bien estructurada, hasta asuntos endebles como el tema de las adicciones.
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