CRECIMIENTO EN PAREJA
Para amar a alguien, la primera conquista requerida es la de la propia libertad personal, porque sólo dos personas maduras que además de quererse, se respetan mutuamente en su propia autonomía y libertad personal, pueden formar una pareja plenamente funcional y que sepa hacer frente a los problemas que sobrevengan.
Una de las claves para ser pareja es tener un proyecto en común y una buena capacidad de negociación y generosidad por las dos partes, por lo que en pareja cada uno no puede llevar un "contrato diferente" lo cual da lugar a la ambigüedad de las partes y posteriormente vienen los contratos y vienen los problemas.
Cabe señalar que para el crecimiento en la pareja también hay que reservar un espacio propio para desarrollar otras cualidades o capacidades ya sean profesionales, deportivas, hobbies, que a su vez inciden en la entrega mutua. No basta la magia del enamoramiento, ni la buena voluntad, para que el amor fructifique. Si se descuida la propia personalidad y no se crece por ejemplo como mujer y por idolatrar al marido se pretende ser una cosa cosa con él, fusionarse, el marido acabará aburrido de tener un satélite a su lado, no una persona original que le exija y le estimule, por lo tanto unidos, pero diferentes y complementarios.
La relación no la sacan a flote los sentimientos, que son volubles e inconstantes... Los sentimientos no están diseñados para dirigir la vida, de ahí que cuando se les deja el timón, se comentan grandes errores, caídas, fracasos y decepciones. Los afectos no son capaces de anticipar las consecuencias de nuestros actos. Después, uno sí se da cuenta de que aquello que le hizo daño, le causó mal. Hay que poner cabeza para elegir los fines de estar en pareja, casarse o tomar una familia y voluntad en la dirección elegida. Tener la capacidad de formar pareja supone haber alcanzado la madurez personal.
Si está vivo el interés de crecer, entonces el conflicto puede ser un estimulante para tocar fondo en las causas profundas que lo originaron, que casi siempre tienen que ver con una falta de comprensión, de claridad en el mensaje, con una mala interpretación, con una reacción desproporcionada o fuera de contexto, o con una serie de heridas anteriores que ya son tan profundas que hace que interpretemos todo como una agresión, entonces las escaramuzas se intensifican y la indiferencia y la distancia crecen en forma imparable, por lo que habría que "oxigenar" la relación, buscar ayuda en otros (como en profesionales de la psicología) e interesarse mutuamente para crecer como pareja son señales de vitalidad a pesar de todos los conflictos. En el caso de que se sepulte el conflicto tapándolo con la evasión, con la buena intención ingenua, agravarlo con discusiones inútiles, contraproducentes, en muchos casos, la pareja trata de reconciliarse con buenos gestos que no tocan en el fondo del problema, tratan de no mirar hacia atrás, porque todavía se quieren y el amor es más grande que las peleas, pero las causas siguen ahí y volverán a salir porque no se ha encarado el desafío.
Un pilar importante para el crecimiento en la pareja es la libertad, que cada uno haya conquistado su propia libertad y de esta forma sepa respetar la del otro. De ahí la importancia de pensar en lo que hacemos a medio y largo plazo. Este es un presupuesto sólido para desde ahí, plantearse un proyecto en común, y luego, poner las cartas boca arriba: ¿qué significa unirse cada una de las dos personas que conforman la pareja? ¡Hay que tenerlo claro!
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