<<Llorar es el acto de defensa propia ante la acumulación de estrés>>
Junko Umihara
Cada persona tiene una forma personal de follar, no existen dos personas que lloren exactamente igual. Las personas cuando lloran tienden a esconderse o taparse, a no querer mostrar su rostro cuando lloran, socialmente está visto como un signo de debilidad, muy especialmente en hombres que desde pequeños se les inculcan "los hombres no lloran", un condicionamiento social ridículo en toda regla. No obstante, sí es cierto que las mujeres lloran más por motivos hormonales (prolactina) que los hombres (testosterona que puede inhibir el llano).
Expresar las emociones y los sentimientos propios, es esencial, el no hacerlo podría dar lugar a somatizaciones y a enfermar: úlceras, colitis, jaquecas, dolores, malestares... Las emociones no pueden ser subestimadas, la mejor forma de superar un dolor es sentirlo y llorarlo es una forma de alivio.
Cuando una persona llora se liberan endorfinas y analgésicos naturales y se destruye la oxitocina y la noradrenalina, junto con una marcada disminución de la presión arterial, contribuyendo pues, a una sensación posterior de relajación y liberación, además de que se vea desde otra perspectiva la situación que nos atormenta. Cuando lloramos el pulso cardiaco y la respiración se aceleran, motivo por el que luego nos sentimos tan cansados, como si hubiésemos corrido unos kilómetros...
Si una persona llora provoca en las personas de alrededor que se activen sus neuronas espejo, bajando la agresividad, el enfado y la ira por ejemplo si la persona que llora está siendo agredida.
"No puedo llorar", es una expresión que utilizan algunas personas, suele suceder en personas con depresiones severas o con bloqueos emocionales, la persona que lo sufre no entiende por qué no puede llorar o tiene ganas de llorar pero no puede hacerlo.
A nivel cultural son palmarias algunas curiosidades: los japoneses no lloran en público, por "respeto hacia los demás", ellos lo consideran como que si una persona llora carga de negatividad a los demás. En el otro extremo tenemos a Corea del Norte, que si unos de sus líderes fallece, el ciudadano ha de llorar de forma desconsolada y dramática durante dicho duelo, en caso de no hacerlo, será considerado delito y puede ser enviado a un correccional seis meses por semejante atrevimiento...